jueves, 6 de junio de 2013

MEDIO AMBIENTE ( JUNIO 6 )

 
 

PARAMO DE BELMIRA ES EL SELLO DEL PACTO VERDE EN ANTIOQUIA




Por JUAN GUILLERMO DUQUE A. | Publicado el 5 de junio de 2013
 
Una de las celebraciones más importantes en el marco del Día del medio Ambiente en Antioquia será la caravana de la Gobernación de Antioquia que visitará el páramo de Santa Inés, en Belmira.

Allí se hará un ritual a ese gran reservorio de agua que permite que las grandes urbes del Aburrá puedan existir y en donde Corantioquia y la Gobernación compraron 405 hectáreas.

Según la secretaria de Medio Ambiente de Antioquia, Luz Ángela Peña, hasta hoy se han adquirido 4.486 hectáreas en todo el departamento y en dos meses podrían llegar a 10.000 con las compras masivas que se adelantan en diferentes municipios para la protección de las micro cuencas abastecedoras de los acueductos urbanos o veredales y para lo cual se cuenta con un presupuesto de cerca de 6.000 millones de pesos.

También habrá eventos en Urrao, San Luis y Medellín, con el fin de generar reflexión y movilización social entorno al cuidado del ambiente.
 
 
 
COLOMBIA SE RAJA EN LO AMBIENTAL
 
 


La biodiversidad y los ecosistemas son fundamentales para asegurar los recursos naturales. Hay que ahorrar.

Por LILLIANA VÉLEZ DE RESTREPO | Publicado el 5 de junio de 2013

 


 

 
La calidad ambiental en Colombia ha desmejorado, en los últimos años, a un ritmo constante y sin precedentes.

Las características son una alta deforestación, alteraciones de ecosistemas de alta importación como las zonas de páramos y humedales, contaminación hídrica principalmente por causa de los residuos domésticos, actividades agropecuarias, residuos industriales, actividades mineras, inadecuado manejo de rellenos de basura y lixiviados, y contaminación atmosférica.

El cambio climático ha sido llamado el problema ambiental más importante de los últimos tiempos. Así lo demuestra la evidencia cuantificable que se manifiesta en el derretimiento de glaciares y polos norte y sur, lluvias de mayor intensidad, inundaciones, sequías, expansión de enfermedades y en la disminución de cultivos agrícolas, aseguran los expertos de Conservación Internacional, la entidad que en Colombia preside Fabio Arjona.

La situación cobra especial vigencia hoy, cuando se celebra el Día Internacional del Medio Ambiente que tiene como lema Piensa, aliméntate y ahorra, que se centra en cómo reducir los desechos y las pérdidas de alimentos.

Datos oficiales divulgados por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), señalan que anualmente se desperdician 1,3 billones de toneladas de comida, que equivalen a la producción alimentaria de todo el África subsahariana.

Según explica el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, la importancia de la campaña de este año busca hacer visible la importancia de pensar y ahorrar a la hora de producir alimentos ya que la producción global de estos ocupa un 25 por ciento de la superficie habitable, un 70 por ciento de consumo de agua, un 80 por ciento de deforestación y emite un 30 por ciento de gases. Es, por tanto, una de las actividades que más afecta la pérdida de biodiversidad y a los cambios en el uso del suelo.

Cinco amenazas
Diego Villanueva Mejía y Javier Correa Álvarez, docentes de Biología de Eafit, analizan algunas de las principales amenazas a la biodiversidad. Plantean que son cinco los peligros que en la actualidad ponen en riesgo la biodiversidad: destrucción de los hábitats, sobreexplotación de recursos, especies invasoras, contaminación y calentamiento global.

La destrucción de los hábitats es, por ejemplo, una de las principales amenazas para la fauna y la flora del planeta, y aunque sus causas son múltiples, las malas prácticas de la agricultura son uno de los detonantes.

"Desde que el hombre comenzó a trabajar la tierra se estima que el planeta ha perdido más de la mitad de los bosques", dice Diego Villanueva, jefe del pregrado, quien además agrega que otro riesgo al que se llega es a la pérdida de la variabilidad genética, en este caso, los cambios que afectan a las especies.

También amenaza la biodiversidad la sobreexplotación de recursos, pues a pesar de que como especie el ser humano necesita de los recursos naturales básicos, no toma los correctivos necesarios para menguar el daño que genera.

"Sobreexplotación de recursos es lo que el hombre extrae de manera irracional e intensiva de lo natural y silvestre", señaló el profesor Javier Correa.
 
 
CALENTAMIENTO GLOBAL
 



El calentamiento global es un término utilizado para referirse al fenómeno del aumento de la temperatura media global, de la atmósfera terrestre y de los océanos, que posiblemente alcanzó el nivel de calentamiento

Todas las recopilaciones de datos representativas a partir de las muestras de hielo, los anillos de crecimiento de los árboles, etc., indican que las temperaturas fueron cálidas durante el Medioevo, se enfriaron a valores bajos durante los siglos XVII, XVIII y XIX y se volvieron a calentar después con rapidez. Cuando se estudia el Holoceno (últimos 11 600 años), el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) no aprecia evidencias de que existieran temperaturas medias anuales mundiales más cálidas que las actuales. Si las proyecciones de un calentamiento aproximado de 5 °C en este siglo se materializan, entonces el planeta habrá experimentado una cantidad de calentamiento medio mundial igual a la que sufrió al final de la Glaciación wisconsiense (último período glaciar); según el IPCC no hay pruebas de que la posible tasa de cambio mundial futuro haya sido igualada en los últimos 50 millones de años por una elevación de temperatura comparable.

El calentamiento global está asociado a un cambio climático que puede tener causa antropogénica o no. El principal efecto que causa el calentamiento global es el efecto invernadero, fenómeno que se refiere a la absorción por ciertos gases atmosféricos—principalmente H2O, seguido por CO2 y O3—de parte de la energía que el suelo emite, como consecuencia de haber sido calentado por la radiación solar. El efecto invernadero natural que estabiliza el clima de la Tierra no es cuestión que se incluya en el debate sobre el calentamiento global. Sin este efecto invernadero natural las temperaturas caerían aproximadamente en unos 30 °C; con tal cambio, los océanos podrían congelarse y la vida, tal como la conocemos, sería imposible. Para que este efecto se produzca, son necesarios estos gases de efecto invernadero, pero en proporciones adecuadas. Lo que preocupa a los climatólogos es que una elevación de esa proporción producirá un aumento de la temperatura debido al calor atrapado en la baja atmósfera.

El IPCC sostiene que: «la mayoría de los aumentos observados en la temperatura media del globo desde la mitad del siglo XX, son muy probablemente debidos al aumento observado en las concentraciones de GEI antropogénicas». Esto es conocido como la teoría antropogénica, y predice que el calentamiento global continuará si lo hacen las emisiones de gases de efecto invernadero. En el último reporte con proyecciones de modelos climáticos presentados por IPCC, indican que es probable que temperatura global de la superficie, aumente entre 1,1 a 6,4 °C (2,0 a 11,5 °F) durante el siglo XXI.

Se han propuesto varias medidas con el fin de mitigar el cambio climático, adaptarse a él o utilizar geoingeniería para combatir sus efectos. El mayor acuerdo internacional respectivo al calentamiento global ha sido el Protocolo de Kyoto, el cual tiene como objetivo la estabilización de la concentración de gases de efecto invernadero para evitar una "interferencia antropogénica peligrosa con el sistema climático". Fue adoptado durante Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y promueve una reducción de emisiones contaminantes, principalmente CO2. Hasta noviembre de 2009, 187 estados han ratificado el protocolo. EE. UU., mayor emisor de gases de invernadero mundial, no ha ratificado el protocolo.

Más allá del consenso científico general en torno a la aceptación del origen principalmente antropogénico del calentamiento global, hay un intenso debate político sobre la realidad, de la evidencia científica del mismo. Por ejemplo, algunos de esos políticos opinan que el presunto consenso climático es una falacia.


CAMBIOS CLIMATICOS


Se llama cambio climático a la modificación del clima con respecto al historial climático a una escala global o regional. Tales cambios se producen a muy diversas escalas de tiempo y sobre todos los parámetros meteorológicos: temperatura, presión atmosférica, precipitaciones, nubosidad, etc. En teoría, son debidos tanto a causas naturales (Crowley y North, 1988) como antropogénicas (Oreskes, 2004).
El término suele usarse de manera poco apropiada, para hacer referencia tan solo a los cambios climáticos que suceden en el presente, utilizándolo como sinónimo de calentamiento global. La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático usa el término «cambio climático» solo para referirse al cambio por causas humanas:
Por "cambio climático" se entiende un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos comparables.
 
Recibe el nombre de «variabilidad natural del clima», pues se produce constantemente por causas naturales. En algunos casos, para referirse al cambio de origen humano se usa también la expresión «cambio climático antropogénico».
Además del calentamiento global, el cambio climático implica cambios en otras variables como las lluvias y sus patrones, la cobertura de nubes y todos los demás elementos del sistema atmosférico. La complejidad del problema y sus múltiples interacciones hacen que la única manera de evaluar estos cambios sea mediante el uso de modelos computacionales que simulan la física de la atmósfera y de los océanos. La naturaleza caótica de estos modelos hace que en sí tengan una alta proporción de incertidumbre (Stainforth et ál., 2005) (Roe y Baker, 2007), aunque eso no es óbice para que sean capaces de prever cambios significativos futuros (Schnellhuber, 2008) (Knutti y Hegerl, 2008) que tengan consecuencias tanto económicas (Stern, 2008) como las ya observables a nivel biológico (Walther et ál., 2002)(Hughes, 2001).